Como parte de su política de apertura económica, permite a los inversionistas extranjeros traer mano de obra calificada; sin embargo, las inversiones locales necesitan de igual requerimiento laboral para aumentar su productividad y competitividad.
El país tiene una producción que alcanza los 29 mil millones de dólares y crece a una tasa del 9 por ciento, con un desempleo del 5.6 por ciento o lo que es lo mismo, pleno empleo.
Nuestra opinión
Urge entonces que el gobierno nacional establezca una política migratoria moderna y atractiva, con controles eficiente para abrir el mercado laboral al exterior , ante la creciente necesidad de trabajadores como saloneros, conductores, técnicos especializados y otros que son requeridos por el sector privado.
Panamá ha sido considerada históricamente como un territorio de bonanza en el que hemos compartido el crecimiento económico con los hermanos de la región y en este momento se impone la apertura laboral, pero bajo ciertos parámetros.
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