Este problema, que es un arrastre de varias administraciones pasadas, se complicó mucho más cuando el gobierno anterior despidió a 24 ingenieros sanitarios de un total de 27, con el objetivo de utilizar esa partida para su clientelismo electoral.
No ganamos nada haciendo grandes obras si en diferentes puntos del país, el pueblo clama por agua potable, mientras una institución como el IDAAN se ha vuelto obsoleta y funcionando solo por inercia.
Nuestra Opinión
El anuncio del presidente de la República de concederle toda la importancia posible, en lo que resta de su gobierno, a los microproyectos, como la dotación de agua a los sectores más necesitados del país, es una acción importante y uno de los imperdonables más sensitivos para este gobierno del cambio.
Coincidimos con el gobernante al destacar que es una vergüenza que en la capital del país, un barco que atraviesa el canal consume millones de galones de agua, mientras en las poblaciones hace falta y sus moradores no pueden resolver sus necesidades en materia de higiene y salud.
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